El Paraíso
domingo, 15 de septiembre de 2024
Entre los muros rígidos y sin tejados,
inertes y vacíos, donde la luz se esconde
y reptan las reinterpretaciones lúdicas
del pasado; los trayectos sin nombres,
el individualismo defenestrado,
los compañeros del camino de los nadie
y de los alguien ya olvidados,
disueltos en una especie de liquidez,
se entrelazan en la bulimia sin objetivo
del proceso continuo de precarización.
Pascual Herrera
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En un espacio desprovisto de abrigo, donde la luz se oculta y las sombras juegan con la memoria, el pasado se reinventa en un ciclo interminable. Los caminos se desdibujan, dejando atrás los nombres y las identidades, entre un individualismo fragmentado y la huella de quienes ya no son. En este mundo líquido, la precariedad se expande sin dirección ni propósito claro, atrapando tanto a los invisibles como a los que ya han sido olvidados. Todo parece disolverse en un proceso que devora sin fin, alimentando una inercia que perpetúa la incertidumbre y la pérdida de significado.
ResponderEliminarMe encantó. Un abrazo