Federico García Lorca
domingo, 3 de marzo de 2013
Con sosiego y descaro, lejos de las tormentas
y donde el poeta llora y ríe con su pueblo,
se oyen nacer voces entre las nubes de fuego
y el aire que no es mío, ni verde, ni de nadie.
La brisa quieta, la tierra,
cosas que se van, las penas,
la ignominia del crimen
justo a la edad perfecta.
Sin embargo dura de eternidad a eternidad,
puro de silencio, de muchedumbre desnuda,
con un torrente de lágrimas que lo rodea
cada vez que surgen las olas de luna llena.
Pascual Herrera
y donde el poeta llora y ríe con su pueblo,
se oyen nacer voces entre las nubes de fuego
y el aire que no es mío, ni verde, ni de nadie.
La brisa quieta, la tierra,
cosas que se van, las penas,
la ignominia del crimen
justo a la edad perfecta.
Sin embargo dura de eternidad a eternidad,
puro de silencio, de muchedumbre desnuda,
con un torrente de lágrimas que lo rodea
cada vez que surgen las olas de luna llena.
Pascual Herrera
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario