que pensó
en el aire
saltaron
las alarmas,
entonces,
salió a la calle
para jugar
a ser el viento
que sopla
dentro de nosotros,
para gritar
hasta el último aliento,
para guardar
el infinito
de las cosas
donde un niño
esconde sus secretos,
para entrelazar
palabras
donde rompe el agua
y la piedra
se hace continente,
y donde las fragancias
son momentos
que no pueden
quedarse quietos.
Pascual herrera
El aire indómito, siempre audaz y sobre todo libre. Gracias por el Link! -Caissa-
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