Segunda puerta
domingo, 24 de enero de 2010
Los personajes desempeñan su papel:
los muertos, ensangrentados en el suelo
(ridiculizados por el autor a causa de su religión),
los que están por morir, rezan, porque no les queda otra cosa,
los verdugos, ejecutan.
En un segundo plano,
podemos ver una calle llena de espectadores
que ríen a cara descubierta,
que lloran mirando al suelo
(el miedo les hace mirar al suelo).
Y solemne,
en un caballo blanco y armadura de oro,
la majestad bendecida,
desfila satisfecho.
La masa mortal,
de voz a cuello,
de miedo por dentro.
Al fondo, una gran montaña.
Pascual herrera
los muertos, ensangrentados en el suelo
(ridiculizados por el autor a causa de su religión),
los que están por morir, rezan, porque no les queda otra cosa,
los verdugos, ejecutan.
En un segundo plano,
podemos ver una calle llena de espectadores
que ríen a cara descubierta,
que lloran mirando al suelo
(el miedo les hace mirar al suelo).
Y solemne,
en un caballo blanco y armadura de oro,
la majestad bendecida,
desfila satisfecho.
La masa mortal,
de voz a cuello,
de miedo por dentro.
Al fondo, una gran montaña.
Pascual herrera
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