Ese sobrante de oscuridad en el abismo ausente,
vierte, vagamente,
periodos de brisa opaca en pulmones oscuros,
en prólogos infinitos
y en paraísos ficticios que, de repente,
se hunden en la idea
de lo inmediatamente eterno,
en la más profunda tristeza,
entre los colores que regalan las caricias
que se intuyen en la distancia,
en la noche y el día,
en los grises que forman torbellinos
de nubes descuidadas.
Pascual Herrera
No hay comentarios:
Publicar un comentario