No interesa imaginar el color de los sueños,
ni el motivo de un acto hostil,
da igual la pregunta imposible,
el tacto en la mirada,
la brevedad de una acrobacia emocional;
sólo sus consecuencias.
Con lo obvio viven a gusto,
en silencio,
sin pensar.
Nada de explicaciones.
Pascual Herrera
Acurrucados al calorcito de lo insustancial
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