En las profundidades, donde comienza el infinito;
tu eres la ola que se acerca sigilosa pidiendo la palabra,
eres la concavidad sombría que se levanta en la muralla,
el estado de ánimo irracional.
¡Qué noche y qué mar!
Con la espuma de este y otro tiempo,
tus mareas, a veces, esperan impacientes una respuesta,
un sol, una luna, un secreto marino que guardas
nutriendo a la isla de sal y tormenta.
¡Qué noche y qué mar!
Pascual herrera
ResponderEliminarUy mi hermano ¡Que exquisito erotismo percibo! Muchas noches y amaneceres así.