Los silencios también tienen armonía,
estrofas con melodía,
estribillos pegadizos, luces, sombras
y el remanente de un plomizo medio día.
Los silencios van y vienen de tierras desconocidas,
se apartan de las victorias y las derrotas,
intiman con las extinciones masivas
de criaturas poderosas y distraías.
Los silencios, entrañables,
hacen que los acordes de un piano se eleven,
intangibles y seductores,
para atraer los colores a la prisión de la memoria.
Silencios ensordecedores.
Pascual Herrera
Maravilloso
ResponderEliminarBuena noticia que vuelvas del silencio
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